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Los cascos de obra están homologados bajo la norma EN 397. Esta define que el "casco de protección para la industria" se constituye por una carcasa y un relleno interior. Las exigencias recogidas en la norma hacen alusión a la capacidad para amortizar los choques y a la resistencia a la penetración. De esta manera el casco protege la cabeza en caso de riesgos de caída de objetos o de choques en la cabeza.
Los cascos de obra no tienen definida una durabilidad, pero esta vendrá dada por el buen uso que le demos y a los riesgos que le expongamos. Un ejemplo de ello sería evitar las temperaturas extremas (-20 °C o +50°C) ya que en este caso se necesitaría unos cascos diseñados especialmente para ello. Otra recomendación para alargar su vida útil es evitar pintarlos con pinturas de aerosol o diluyentes ni limpiarlos con solventes derivados de petróleo.
Aun así se recomienda que como medida de precaución los cascos de obra se renueven con un tiempo estimado no superior a los 5 años, siempre y cuando no observamos signos de deterioro en tal caso se sustituirían inmediatamente.
Las partes de un casco de obra se dividen en dos grandes secciones, el arnés que es la parte interior del casco y el armazón que es la parte exterior.
El armazón
Está formado por tres partes. El casquete o concha que es el elemento duro y liso que conforma la parte externa; la visera que es la prolongación del caso normalmente de material transparente y que cubre el área de los ojos; y por último la ala, borde que rodea al casquete.
El arnés
Está compuesto también por tres secciones. La banda de contorno de cabeza, liga flexible que sujeta el casco alrededor de la cabeza; la banda de nuca es otra liga regulable que se ajusta detrás de la cabeza y sirve para sujetar el casco; y el barboquejo, banda que se acopla bajo barbilla para ayudar a sujetar el casco sobre la cabeza.
Algunos cascos también incorporan protectores para las orejas o inclusive lámparas para trabajos donde se carezca de una buena iluminación. Inclusive podemos llegar a encontrar cascos con pequeños espejos a modo de retrovisor.
Liviandad. El casco debe ser ligero y no superar los 400 gramos de peso.
El arnés debe ser flexible, no irritar ni lesionar al usuario; por ello, son preferibles los de material tejido a los de polietileno.
El armazón debe estar diseñado con un color claro para favorecer la visibilidad y tener orificios de ventilación.
Dos puntos de sujeción.
Casco de ABS con suspensión textil de 6 puntos y ajuste dorsal de rosca. Incluye ranuras para acoplar pantallas faciales y dispositivos auditivos.
Casco con ajuste dorsal de rosca. Incluye ranuras para acoplar pantallas faciales y dispositivos auditivos.
Casco para obra económico y ligero. Ajuste con 6 puntos de enganche. 8 colores disponibles.
kit formado por casco con rosca de sujeción en parte dorsal, auditivo de 39 Db y visor de malla metálica con sopoprte.
Barbuquejo para casco con cuatro puntos de sujeción.